La economía mundial es hoy una economía digital. La economía digital va más allá del sector de las TIC, pues abarca todos los sectores de la economía y la sociedad.
Acorde a Mckinsey, la digitalización está transformando todos los flujos económicos al reducir los costos de transacción y los costos marginales (incrementales) de producción y distribución, dando como resultado:
- la creación de bienes y servicios digitales (v.g. libros y películas digitales),
- la agregación de valor al incorporar lo digital en bienes y servicios en principio no digitales (v.g. sensores), y
- el desarrollo de plataformas de producción, intercambio y consumo (v.g. eBay, Alibaba, Kickstarter).
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la economía digital está constituida por:
- la infraestructura de telecomunicaciones,
- las industrias TIC (software, hardware y servicios TIC), y
- la red de actividades económicas y sociales facilitadas por Internet
Dado el impacto de las TIC en todos los sectores económicos, es imprescindible disponer de indicadores y mediciones que den cuenta de dicho alcance.
Ahora bien, hay que discernir entre:
- la participación de las TIC en el PBI (oferta), y
- el impacto de las TIC en el PBI.
En el primer caso, consideramos el valor agregado (añadido) del sector de las TIC (oferta), mientras que en el segundo caso consideramos el impacto que las TIC tienen en los demás sectores económicos (i.e. el impacto en el crecimiento del PBI de los otros sectores).
Por ejemplo, Dinamarca, que es uno de los países que mejor aprovecha las TIC, basa su Plan de Desarrollo de TIC en estimular (i) el crecimiento del sector de TIC y, de forma más general, (ii) el crecimiento basado en las TIC del sector privado.
En lo que sigue abordaremos ambos casos.
Participación de las TIC en el PBI
El Digital Economy Outlook OCDE 2015, muestra que en el área de la OCDE al 2013, el sector de las TIC representó ~5,5% del PBI total (~ USD 2,4 billones), con grandes variaciones entre países.
La OCDE considera como sector TIC a la suma de los subsectores 26, 61, 62, 63 y 582 de la Clasificación Industrial Internacional Uniforme (CIIU), revisión 4, a saber:
- Fabricación de productos de informática, de electrónica y de óptica
- Telecomunicaciones
- Programación informática, consultoría de informática y actividades conexas
- Actividades de servicios de información
- Edición de programas informáticos
Cabe precisar que, junto a México, Chile estaría ubicado en el último lugar entre los países de la OCDE (ambos países de América Latina).
Así, TI y otros servicios de la información representaron ~ 2% del PBI total en 2013, las telecomunicaciones ~1,7%, los ordenadores y los productos electrónicos y ópticos ~1,4%, y la edición de software ~0,3%.
Igualmente, el grado de especialización varía considerablemente entre países: Corea en ordenadores, productos electrónicos y ópticos (~65% de las TIC), Luxemburgo en telecomunicaciones (~70%), e Irlanda, Suecia y Reino Unido en TI y otros servicios de información (~50%).
Perú: sector TIC representaría ~4,7% del PBI al 2015 (3% en telecomunicaciones)
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reporta, de forma agregada, únicamente el “sector de telecomunicaciones y otros servicios de información”, el cual representó ~4% del PBI en 2015.
Según la Cámara de Comercio de Lima (CCL) -en base a cifras de IDC Latin American-, el sector TIC representó ~3.9% del PBI en 2011, siendo el rubro de telecomunicaciones el de mayor participación de dicho sector (~63%, i.e. ~2,5% del PBI). Cabe resaltar que la CCL incluye en las TIC a la industria del hardware, software y servicios TI (i.e. se puede utilizar para comparar con la medición de la OCDE).
Sabiendo que para el 2011, INEI estimó el “PBI telecom y otros servicios de información” en ~3,3% del total, y suponiendo que las estimaciones para el sector telecom del INEI y la CCL convergen, podemos decir que el sector telecom representó ~74% del “PBI telecom + otros servicios de información” en 2011 (2,5% de 3,3%).
Si asumimos esa misma proporción en 2015, tenemos que el sector TIC (definido por la CCL) sumó ~4,7% del PBI en 2015: software + hardware + servicios TI ~1,7% y telecomunicaciones ~3%.
Sin embargo, hay que tener cautela con estas mediciones pues tengamos presente que Perú figura entre los peores países en cuanto a la calidad de medición del PBI.
Ahora bien, lo importante aquí es observar la especialización en las TIC. Mientras en Perú las telecomunicaciones representan ~63% del sector TIC (en Chile ~61%), en la OCDE promedia 31%.
Claramente la región va muy a la zaga de los países de la OCDE en el desarrollo de la industria de aplicaciones TIC.
La economía del conocimiento: sector TIC + contenidos y medios de información
Resulta interesante la medición tomada en el “índice país digital” en Chile, la cual, según la definición de la OCDE, considera la economía de la información (economía del conocimiento) como el sector TIC sumado al sector de contenidos y medios de información (i.e. difusión de TV y radio, publicación y edición de libros, y agencia de noticias).
Tal como indiqué anteriormente, el INEI toma en cuenta al “sector de telecomunicaciones + otros servicios de información” en la contabilización del PBI.
Lo anterior resulta comprensible pues el INEI considera a ambos sectores para medir el uso de las TIC.
En efecto, con el objetivo de medir el acceso y uso de las TIC, el INEI separa conceptualmente a las TIC en 3 grupos:
- medios de comunicación tradicional (TV y radio),
- los servicios telefónicos (teléfono fijo y móvil), y
- los bienes y servicios asociados al acceso a tecnologías digitales (tenencia de computador y acceso a internet).
Por tanto, hay que tener cuidado al referirnos a las TIC. En particular, distinguir si las estamos definiendo para medir su participación en el PBI o para medir el uso que se hace de ellas. En ambos casos, en principio debemos definir claramente de qué hablamos cuando hablamos de TIC.
Impacto de las TIC en el PBI
Como dijimos antes, el uso de las TIC impacta en la economía digital.
Sin embargo, la economía digital no estaría reflejándose en el PBI. Inglaterra, por ejemplo, está revisando sus estadísticas, al considerar que el sector de las TIC no es un sector económico tradicional, por lo que sus beneficios no se reflejan en el PBI. Incluso, según señala, negocios como Uber, Spotify o Airbnb no estarían siendo contabilizados en su PBI.
Ahora bien, para analizar el impacto de las TIC en el PBI, podemos utilizar diferentes métodos, entre los cuales podemos mencionar 2 de ellos:
- Mediciones estadísticas (econométricas) del acceso y uso de las TIC y su relación con el crecimiento del PBI en diferentes países (v.g. Raúl Katz en su muy conocido estudio “El ecosistema y la economía digital en América Latina”).
- Construcción de un modelo de equilibrio general computable dinámico con énfasis en el impacto del sector TIC en la economía como un todo, (v.g. Colombia en 2014, construyendo un modelo para el período 2010-2020, proyectado desde 2014).
Indicadores sobre el acceso y uso de las TIC
Para medir el impacto del ecosistema digital, Katz construye un “índice de digitalización” basado en 6 pilares:
- Asequibilidad: precio de diferentes servicios de telecomunicaciones
- Confiabilidad de infraestructura: nivel de robustez de las redes
- Accesibilidad a las redes: adopción de dispositivos
- Capacidad: transmisión de volúmenes altos de información a velocidades adecuadas
- Utilización: adopción de plataformas TIC
- Capital humano: población cualificada para utilizar y desarrollar productos digitales
Donde cada pilar del índice está calculado en base a múltiples indicadores cuantitativos.
De esta manera, el análisis econométrico tomando a todos los países del globo muestra que un aumento del 10% en el índice de digitalización genera un aumento del 0,7% en el PBI per cápita.
De la misma forma que este índice, existen muchos otros. Por ejemplo, el Índice de la Sociedad y la Economía Digital (DESI) en Europa.
Lo importante a tener en cuenta en este caso es la imperiosa necesidad de disponer de los “múltiples indicadores cuantitativos” mencionados.
Para ello, el reto está en saber qué medir y cómo medirlo. En efecto, diferentes organismos internacionales y entidades nacionales se han dado la tarea de construir indicadores en materia de TIC, con el propósito de evaluar, en forma comparativa, el desempeño de los países en la preparación, uso y apropiación de las TIC.
La OCDE define 4 ejes temáticos para agrupar los indicadores existentes en sus países miembros:
- Inversión en infraestructura inteligente
- Empoderamiento de la sociedad
- Desencadenando la innovación
- Creando crecimiento y empleo
Todas las variables que se abordan en cada una de las dimensiones mencionadas, han sido materializadas en indicadores específicos que hacen medible la economía digital.
Modelo de equilibrio general computable (MEGC) dinámico con énfasis en el sector TIC
A diferencia del método anterior que se limita a hallar causalidades estadísticas en base a regresiones econométricas, en este caso, al construirse un modelo de cientos de ecuaciones con base en la teoría económica, lo que se busca son los mecanismos de transmisión de dicha causalidad (i.e. el canal por el cual se da dicha causalidad).
Es un modelo de equilibrio general porque se resuelve simultáneamente para todos los sectores de la economía, donde todas las ofertas y demandas sectoriales se equilibran a un precio dado. Es computable porque proyecta cuantitativamente en Excel las variables del modelo, y dinámico porque interconecta varios períodos, con una visión de largo plazo.
Lo interesante de esta metodología es que puede ser utilizado para analizar los efectos de la política pública y regulación del sector, puesto que si varían los supuestos e instrumentos variarán los resultados.
De hecho, el MEGC es una de las varias herramientas utilizadas por la Comisión de Regulación de Comunicaciones de Colombia (CRC) para evaluar el impacto de las diferentes medidas regulatorias que implementa.
Impacto de las TIC en el PBI de Perú
Según estudio encargado por el Consejo Nacional de la Competitividad (CNC) a Raúl Katz, existe una causalidad transitiva del arreglo institucional, a fin de promover la digitalización, al impacto económico:
- La formulación de un arreglo institucional acompañado por políticas públicas genera un aumento en la tasa de crecimiento del índice de digitalización entre el 3,38% y el 3,83% al año siguiente (promedio de 3,6%)
- Un aumento del 10% en el índice de digitalización genera un incremento de entre 0,63% y 0,75% en el PIB per cápita (promedio de 0,7%), y una reducción de entre 0,67% y 0,72% en la tasa de desempleo (promedio de 0,7%)
De esta manera, el impacto político-institucional en la digitalización se traduce en un un incremento del 0,25% en PBI per cápita (+3.6%*0.7%/10%), y reducción de 0,25% en la tasa de desempleo (-3.6%*0.7%/10%).
Acorde con el estudio (en 2015), la creación de la Agencia Digital hubiera conllevado unos beneficios de USD 1,150 millones en PBI y 5,3 mil empleos durante el periodo 2016-2018.
Por otra parte, que yo sepa, no se ha realizado ningún estudio de un MEGC con énfasis en el sector TIC en Perú.
Necesidad de un desarrollo estratégico de la economía digital
Observamos que en América Latina el progreso en las tecnologías digitales es fundamentalmente exógeno. Las capacidades de producción de equipos, software y aplicaciones son muy débiles comparadas con los países avanzados.
Más allá de eliminar rezagos básicos de acceso y uso, ahora hay que agregar la preparación de las condiciones necesarias para participar activamente en la generación de contenido y de nuevas aplicaciones y plataformas.
Actualmente, las estrategias digitales nacionales reconocen que los gobiernos pueden jugar el papel de catalizadores de la economía digital (v.g. estímulo a la innovación vía datos abiertos del sector público).
Normalmente, las estrategias nacionales de economía digital se basan en la integración de estrategias nacionales preexistentes de banda ancha, gobierno electrónico, ciberseguridad, y las estrategias nacionales de innovación y desarrollo.
Para ello, el primer paso es saber identificar los indicadores que deberán medirse y que serán monitoreados, así como su periodicidad y qué entidades intervendrán en el proceso.
Sin una adecuada definición de dichos indicadores, se corre el riesgo de, tal como ha sucedido en el Perú, contar con “Agendas Digitales” que sólo están en el papel, y nunca llegan a monitorearse.
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